sábado, 17 de junio de 2017

Chico

Hoy he soñado que, en medio de la desesperación más absoluta, camuflada bajo un rostro fuerte, un chico de mi antiguo instituto, un chico que apenas conocía, que ni siquiera me caía del todo bien, me preguntaba qué era lo que me pasaba. Yo negaba con la cabeza y simplemente le pedía un abrazo. Y me lo daba. Y era el abrazo más maravilloso que me han dado nunca.

Este chico no era precisamente una gran persona, pero sí era muy calmado y sereno.

Me pregunto si he soñado con esto porque necesito en mi vida alguien que me de estabilidad. Porque necesito rodearme de gente así.

Me pregunto si mis amistades valen tan poco que prefiero soñar que me consuela un desconocido.

Hermano

Si mi hermano pequeño, bueno, "pequeño, 19 años tiene ya, supiera lo que me pasó ayer me miraría con cara de ineptitud y luego haría rodar los ojos en un gesto que oscilaría entre el cansancio y la exasperación. Me diría: "Pues pasa de ellos, que les den" y cambiaría de tema.

Y yo bajaría la mirada y sonreiría con cierta tristeza pero también con un aire de felicidad.

Tristeza, porque sé que lleva razón, porque quizás me quiero un poco menos de lo que me debería de querer y dejo a los demás hacer ciertas cosas. O quizás quiero a los demás más de lo que debería quererlos.

Y felicidad porque sé que le da rabia verme así, porque sé que me quiere y que piensa que me merezco más.

Y me alegro de tenerlo ahí.

Me alegro de que me dedique ese gesto a modo de reprimenda.

En definitiva, me alegro de que me quiera.

domingo, 4 de junio de 2017

Los latidos del Corazón

Pum. Pum... Pum. Pum.

Por las noches siento cómo mi corazón aletea en mi pecho.
Y lo odio.

Pum, pum... Pum, pum.

Con cada palpitar parece que me acerco más y más hacia el final.
Los pasos que doy son granos de arena en un reloj. Irrefrenable.

Pum, pum... Pum, pum.

Los latidos suenan como las campanas de una iglesia macabra que celebra mi boda con la muerte.
Y no puedo escapar.

Pum.