lunes, 30 de diciembre de 2013

Ese endiablado mayordomo

_ "¿No estarías mejor olvidándolo todo aún si es solo por esta noche? Entregarte al placer... respirando profundamente un dulce veneno en tus pulmones. El respirar que destruye el razonamiento y permite simplemente caer. Es el susurro del demonio... Sólo quiero entrar y explotar... ese lugar secreto en lo profundo de tu interior."
                                  S.M.



La presa...
es engañada con dulces palabras y arrastrada a la oscuridad
para no percatarse del poder que oculta el demonio...

Hábilmente.

Dulcemente.

Silenciosamente.

((Citas de: Yana Toboso))

jueves, 26 de diciembre de 2013

Navidades

Las lágrimas en Navidad
son mucho más saladas
que en el resto
de los días del año

Limbo

Siempre he pensado que mi lugar se encontraba entre las sombras, bajo el manto de la negra noche, bajo ela mirada de la muerte, sin embargo, estos solo eran meros pensamientos, fantasías, sueños...

Hoy he conocido el verdadero lado tenebroso, y no se asemeja ni en lo más mínimo a aquellas ensoñaciones idílicas que mi mente profesaba.

Aquel lugar es terrible, es frío helador que se adentra en el cuerpo y congela hasta el alma, es un monstruo que devora cualquier rastro de pureza en el corazón hasta que al final no queda nada. Nada más que la misma nada. Vacío. Soledad absoluta. Miedo.

No pertenezco a la verdadera sombra, pero tampoco a la verdadera luz.

¿Quién soy?

¿A dónde voy?

Me encuentro dirigiendo un barco que flota en un mar hecho con mis lágrimas de plena confusión.
No tengo rumbo y el viento no sopla.
No tengo rumbo.
Estoy perdida.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Miau

Hace un tiempo temía la soledad, sentía absoluto pavor de caer por mi cuenta, mi cuerpo temblaba al pensar, aunque fuera por un solo segundo, abandonar a aquellos que me empujaban ayudándome en mi viaje, o que creía que me empujaban.

Hoy solo deseo correr, alejarme de ellos, si pudiera arrancar mi rama del árbol genealógico lo haría sin dudar un instante, plantaría mi propio árbol y crecería como yo deseara: con las ramas torcidas, desiguales y engalanadas de verdes hojas y flores de colores provocativos, evocadores de toda depravación.

La libertad en su máxima expresión.

Mi libertad.

Porque ahora sé que, aquellos a los que creía mis guías, aquellos que me empujaban no eran más que unos villanos que me pusieron un collar al cuello y llamaban mi atención con premios y falsos halagos como harían como cualquier perro.

Con lo que no contaban era que sus ojos les engañaban, y donde veían un perro, se hallaba un felino de fuerte rugido parar asustar, garras afiladas para despellejar, y cuerpo flexible para escapar de sus cadenas.

He me aquí.

Foso

Ya no deseo salir del negro foso,
me conformo con flotar en él
y soñar con volar hacia el cielo azul.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Tres almas

Bécquer me robó mi primer beso, fue aquel que me descubrió las maravillas del mundo irracional, aquel me enseñó a soñar, aquel que se atrevió a sembrar una pequeña semilla de oscuridad en la blancura de mi alma.

Poe me enamoró con sus bellos y tenebrosos pensamientos sobre la vida, sobre la mujer, sobre mi yo más idílico. Él fue aquel que recogió las rosas negras que florecieron en mi alma ya no tan pura, ya no tan blanca.

Baudelaire me poseyó, me enseñó la encantadora perversidad del mundo, la parte más depravada de mi alma ahora opaca casi por completo, la parte que siempre he ocultado tras una máscara, sin embargo él la arrancó sin contemplaciones y me enseñó a disfrutar de toda mi existencia.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Alas negras

Recuerdo haberme liberado del abrazo de la muerte, retirar de mis muñecas las oscuras y punzantes cadenas de hiedra que limitaban mis deseos de felicidad. Abrir mis ojos intentando encontrar un rayo de luz divino que me guiara en esta noche eterna.

Corrí velozmente, como si llevara alas en mis pies, de forma desesperada, casi sin dejar que mis talones rozaran el frío y húmedo suelo espinoso, cubierto por un sin fin de rosas ensangrentadas. En mi huida pude escuchar como los lobos lloraban ante mi abandono cual niño llora cuando le separan del pecho de su madre, pude escuchar el aleteo de los cuervos que se alzaban sobre el cielo y me perseguían sin cesar intentando vestir mi cuerpo desnudo con sus alas, un vestido hecho con plumas malditas.

Sin embargo, yo fui más rápida que ellos, volé con mayor velocidad que ellos, o al menos así lo creí.

Tras algunos minutos que parecieron  milenios, conseguí salir de aquel Jardín en eterno hastío y llegué a un lago de agua cristalina salpicado por un brillo blanco hermosísimo que cubría justo la parte central del mismo, como si se tratara de un precioso halo en el que reinaba todo lo puro e inocente.

El brillo de Dios que tanto había estado buscando. Mi guía. Mi protector. Por fin la paz.

Sumergí mi cuerpo en el lago esperando que mi alma fuera recogida por un ángel de enormes alas blancas, de mirada celestial y de un candor que sobrepasara los límites de la realidad más abstracta, sin embargo, nada de eso sucedió.

En su lugar, el agua se arremolinó en torno a mi cuerpo haciendo diversos y extraños dibujos, las aguas ennegrecieron como si el veneno del ajenjo hubiera sido derramado en ellas y, desde lo más profundo del lago, una figura se alzó por encima de las aguas hasta que quedó a mi altura.

Sus ojos eran rojos como el fuego del mismísimo infierno; su piel pálida, casi como una burla al color puro de las alas de aquel ángel al que estaba buscando; su cabellos, al igual que sus ropajes, eran negros como una noche sin Luna; adornaba su bellísimo rostro una pícara y seductora sonrisa, irresistible. En su espalda, alas de plumas de cuervo, brillantes. Éstas rodearon y cubrieron mi cuerpo desnudo con tal delicadeza que hizo que toda mi existencia sintiera un dulce y placentero escalofrío, no pudiendo tan si quiera contener un pequeño suspiro de placer al notar aquel tacto tan tentador.

Este maravilloso ser hizo una reverencia ante mí y me ofreció su mano.

Yo estaba totalmente confundida, ¿a caso no se suponía que me había sumergido en aguas benditas, en luz de Dios?
Alcé mi mirada al cielo y descubrí que no había ninguna luz divina, solo la Luna, redonda y espléndida aquella noche, reflejando toda su falsa blancura en el lago.
Todo había sido un vil sueño, un espejismo creado por este príncipe de las sombras.

Este era mi ángel.

Mi destino es este. Ligada a la muerte hasta el fin de mis días. Es inútil luchar, es inútil buscar una luz que no existe en mi alma depravada. No puedo ser salvada.

Así pues, cerré mis ojos y acepté la mano del ángel oscuro. Ambos nos sumimos en un baile sobre aquellas aguas malditas que durará eternamente.

Mi corazón amará la oscuridad, la muerte, la maldad.

Mi corazón le amará a él.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Ojos de Gato

Tu mirada brilla entre las sombras de la más profunda oscuridad, como estrellas en el cielo negro de una noche tenebrosa.

Tus pupilas danzan radiantes, con una elegancia casi sobrenatural, seduciendo a la Reina Noche, la cual no puede evitar sucumbir ante tus encantos y rogar y rogar y rogar que no detengas tu delicioso baile.

Las finas agujas negras que atraviesan tus campos redondos y de color dorado se ensartan en los corazones más fuertes haciéndolos caer estrepitosamente hacia la desesperación más absoluta.

Es tal la belleza que desprenden tus ojos, querida criatura nocturna, que podría morir por ellos.

Espero nunca llegar a ser objeto de tus deseos, pues la tentación sería del tal calibre que no podría resistirlo, y te regalaría mi alma sin pedir a cambio nada más que la sola promesa de que no dejaras de mirarme jamás.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Canción de vida de la Muerte

Anoche reposaba mi cuerpo contra el mullido colchón, vencido por el cansancio, sin embargo, mi alma se encontraba en plena ebullición de pensamientos.
La Noche junto con la Soledad son viles compañeras para un alma de cristal como la mía.
La pregunta por la vida quedó grabada en mi mente con una pluma de plata y tinta indeleble. Y entonces la desesperación se apoderó de mí.

¿Acaso mi vida tiene sentido alguno? ¿Soy un sueño de algo? ¿Dios juega conmigo como si fuera un peón en un tablero de ajedrez? ¿Por qué he de esconderme tras una máscara? ¿Mi verdadero yo es tan oscuro como parece? ¿Mi alma está envenenada? ¿Qué perversiones oculta mi corazón? ¿Quién soy?

Los pensamientos discurrían sin poder parar, atormentándome más y más, robando lágrimas a mis ojos, haciendo que mi cuerpo se tensara, haciendo que mi respiración se acelerase.
Plantando semillas de temor en mi mente.

Por un segundo todo se calmó y solo pude oír un diabólico susurro en mi oído:
                                   
                                                        Hazlo ya

Todo el horror acabaría así, la desesperación se iría sin más, nadie jugaría conmigo más, el juego acabaría cuando yo quisiera.

Me levanté rauda y veloz hacia la cocina y saqué del segundo cajón de la encimera el enorme cuchillo de acero que mamá había usado la noche anterior para deshuesar el pollo.

Coloqué el filo sobre una de mis muñecas, temblando.
Cerré los ojos y respiré profundamente una vez.
Abrí los ojos.

Delante de mí vi un ser espectral que flotaba en el aire, vestía una túnica negra y cubría su rostro con una capucha.

Me esperaba.

Sentí auténtico pavor, aquel ser me hacía tiritar, amedrentaba todo mi ser. En cambio, él, estaba sereno, sumido en una profunda tranquilidad que yo no lograba comprender.

Debido a los incesantes temblores que despedían mi cuerpo, se me calló el cuchillo al suelo dejando mis muñecas intactas y vi cómo aquel ser desaparecía sin dejar rastro.

Volví a mi cama, cubrí mi cuerpo con las sábanas y dormí sin pensar en nada más.



Recomendación: Aku no hana (Las flores del mal)



N/A: He querido poner este enlace en mi blog ya que "Aku no hana" es una excelente serie de animación para todo aquel que esté interesado en la literatura de Baudelaire y, sobre todo, en su visión sobre la mujer ángel y la mujer demonio. Ese dualismo se refleja muy claramente en los primeros episodios de la mano de las dos chicas protagonistas.

martes, 10 de diciembre de 2013

La Libertad más oscura

Una de las partes más oscuras de mi alma se deleita con los placeres más efímeros de la vida.
Aquello que se queda meramente en lo animal. El placer por la carne, por el erotismo, por lo banal, por aquello que no significa nada. Saborear el cuerpo del sexo opuesto.

Una de las partes más oscuras de mi alma desea ser salvaje.
Desea correr desnuda por el bosque junto a los lobos, bañarse en el río más puro y envenenarlo después para que nadie más pueda disfrutar de él.

Una de las partes más oscuras de mi alma desea ser vanidosa y narcisista.
Cubrir una habitación entera de espejos que solo reflejen la parte más bella de mi cuerpo. El alma queda atrás, solo quiero deleitarme con la imagen de mi cuerpo. Quiero beber champán y dormir en una cama de plumas de cisne, sobre sábanas de satén rojo. Quiero cubrir mis cabellos con pequeñas piedras preciosas y salir fuera para que la luz de la Luna se refleje en ellas y así despedir un brillo mayor que el de las estrellas.

Deseo reír, deseo bailar, deseo volar, deseo retirar la máscara que cubre mi rostro y mostrar mis labios color carmín y mi mirada devoradora, deseo tenerlo todo,

   deseo,

    deseo,

     deseo,

Deseo la libertad.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Musa

Un día, cuando era tan solo una cría y me encontraba recogiendo amapolas en el campo, mi madre me preguntó con una pequeña sonrisa en el rostro:

"_ Cielo, ¿y tú qué quieres ser de mayor?"

Yo alcé mis ojos, inocentes y llenos de esperanza, sonreí también y respondí con alegría:

"_ ¡Musa!"

Mi madre, cambió su expresión dulce a una de confusión total. No había entendido a qué me refería, en ese momento yo tampoco entendía lo que verdaderamente significaba el ser una Musa. 
Yo pensaba que una Musa era una joven a la que se amaba y sobre la que se escribían bellas canciones. Yo solo quería que alguien me quisiera tanto, que sintiera morir si no le regalaba una mirada.
Sin embargo ser una Musa era más que eso. Es ser perfecta, es ser siempre la más bella, es sufrir, es temer a envejecer, es temer a dejar de ser deseada, es sentirse un objeto al que admirar y no una mujer a la que amar, es cumplir las fantasías más ocultas del artista, es cumplir expectativas. Es dejar de ser una misma y convertirse en una dulce muñequita de frágil cristal, pero con un alma poderosa. 

Madre, cuánto me arrepiento de haberte dado esa respuesta.

El lugar al que nunca podré volver

El suave sonido de la tiza blanca sobre la vetusta pizarra,
produce en mis oídos un dulce cosquilleo.

El recuerdo del primer amor que surgió en el aula de paredes gastadas,
produce en mi corazón un delicioso ardor doloroso.

La vista de mi segundo castillo desde detrás de sus muros,
produce en mí una absoluta tristeza.

Ya que jamás podré volver a pertenecer a este mundo.