viernes, 2 de enero de 2015

Términos y bellezas raras

Me pregunto muchas cosas últimamente. Muchísimas.
Pero todas están relacionadas con lo mismo: La belleza.

Aquí me acuerdo de un pasaje del libro Romeo y Julieta, de Shakespeare, en concreto, de la escena del balcón, justo cuando la joven dama le susurra a la Luna: "Si una rosa se llamara de otro modo olería igual"

Una rosa... Las rosas son bellas, tengan el nombre que tengan, ¿verdad?
No lo sé, pero brillan ante cualquier luz.
Brillan incluso en la oscuridad.

Yo soy una rosa. Pero no soy bella, ni brillo.
Soy una rosa apagada y marchita que llora gotas de rocío cada mañana.
A mi lado hay una margarita, ella es sencilla, es común, pero está viva.
Es una joven con rubor en sus mejillas, con el alma intacta y de colores resplandecientes.
No es tan bella, pero está viva.

Un caballero se acerca con paso animoso.

¿Qué flor cogerá?

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