jueves, 7 de noviembre de 2013

Esperaba por un beso, pero ni siquiera apareciste

Esperaba por un beso.
 
Y ahí me dejaste, con los labios rosados, ligeramente mojados, los ojos cerrados, las manos a mi espalda sin saber muy bien qué hacer con ellas, y mis pies colocados en puntillas. 

Pero ni siquiera apareciste

No hay comentarios:

Publicar un comentario